Opinión: Biblia 02/09/2012
Por: Juan María Tellería Larrañaga
No hay varón ni mujer: porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. (Gálatas 3, 28 RVR60)
Lo digo tal como lo siento: hay conversaciones con ciertos creyentes que me deprimen hasta lo más profundo. Y no suelen ser precisamente aquellas en que las personas cuentan sus problemas o sus desgracias, que por lo general tienen el efecto de suscitar en mí un deseo inmediato de mostrar el consuelo del Evangelio de Cristo, del que todos sin excepción estamos tan necesitados. Son más bien otras de distinto tenor, de otro calibre, como la que hace no mucho mantuve con cierta persona a la que no veía desde hacía años, y que me dijo con toda rotundidad que ya no asistía a los servicios de su iglesia… ¡porque ahora tenían una pastora y a partir de ahí habían comenzado las mujeres de la congregación a predicar y enseñar en público!, algo que, según su opinión, era diametralmente opuesto a la Palabra de Dios.
