Esta mañana al despertar me vino a la mente ese hermoso
pasaje “Porque somos
hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que
anduviéramos en ellas.” (EFESIOS 2:10).
Y al doblar
mis rodillas ante el Soberano del Universo agradecía la Vida; esa porción
diaria de 24 horas que se nos regala y de la que somos conscientes con cada
despertar. Y así, agradeciendo; alabándole por su hermosura, la magnificencia
de su perfección, guardaba silencio a momentos para dejar sonar su voz en mi
corazón. Y el pasaje seguía resonando fuerte en mi interior…